Las políticas emancipatorias deben destruir siempre la apariencia de un “orden natural”.
Mark Fisher
El escritor es ahora productor, editor y distribuidor.
Kenneth Goldsmith
- Aprendé a imprimir, no un texto sino un libro, y no sólo con una impresora hogareña. La máquina de escribir, los sellos, el grabado, la serigrafía, la impresión tipográfica, el collage, todo puede ser útil para la escritura y el libro por fuera del sistema industrial de publicación.
- El sistema industrial de publicación implica, en algún grado, normalización textual (edición) y material para el mercado, además de dependencia económica —penosa por magra, en la inmensa mayoría de los casos, e injusta porcentualmente en todos—, simbólica e instrumental —muy pocos escritores saben hacer un libro, y quizás muchísimos menos aún quieran manufacturarlos.
- La diversidad material de las publicaciones nunca será industrial porque la naturaleza de la industria es la réplica, la concentración y el incremento incesante del rédito en desmedro de todo lo demás, mientras que tu naturaleza como ser vivo inserto en un sistema dinámico (que incluye el bibliosistema) es, en primer lugar, la diversidad. Llevá entonces esa diversidad al texto en tanto escritorx y al libro en tanto productorx editorial —al libro del arte nuevo, en definitiva—.
- Y que la falla y el error tengan lugar en los procedimientos.
- Publicar por fuera del sistema industrial de publicación implica imprimir, maquetar, diseñar, compaginar y, de alguna forma, encuadernar. Es la incesante división del trabajo profesional la que quiere ver ahí una auto y sobreexplotación: se trata, en cambio, de una serie de posibilidades de ampliar las dimensiones de la obra. Se trata, en definitiva, de involucrarse más allá del texto (cuanto más, mejor), en otras instancias (cuantas más, mejor) y con nuevas herramientas (cuantas más y propias, mejor) para la producción del libro.
- Creá con los diversos materiales de la edición artesanal (papeles, cartones, hilos, pegamentos, telas, etc), las herramientas y los oficios (impresión, diseño, edición, encuadernación) un vínculo semejante al que se crea naturalmente con la escritura. Ahí donde la industria propicia o impone escisión (escritura y publicación, texto y libro, edición y manufactura) hay que restituir o (re)construir vínculos que den cuenta de un continuum productivo y político.
- Montá un proyecto editorial que trascienda en algún grado la autopublicación para habitar una comunidad de semejantes mejor interconectadxs, una pequeña comunidad frecuentable de seres individuales reconocibles, participantes. Participá junto a lxs participantes y buscá formas de habitar de manera más completa y comprometida esa comunidad. El proyecto editorial se habita publicando artesanalmente, pero la comunidad se habita, además, compartiendo los conocimientos, asistiendo a ferias y otro tipo de encuentros, discutiendo y politizando la edición y la publicación, colaborando, en definitiva, de manera lo más directa y efectiva posible con el colapso del sistema industrial de publicación tal como lo conocemos hoy.
- El colapso del sistema industrial de publicación se debe a su naturaleza replicante, a su asimétrica eficiencia empresarial, a la profesionalización de todos los ámbitos de la producción editorial y a la burocratización de las aventuras personales y comunitarias. El colapso del sistema industrial de publicación implica el colapso de la industria de la cultura ligada a los textos y los libros.
- La edición artesanal se articula en el taller, la praxis de los oficios, los espacios de sociabilización horizontales y la comunidad de semejantes. Múltiples herramientas, disciplinas, tipos de contactos y posibilidades. Frente a la creciente industrialización, la división y especialización del trabajo, e incluso la escisión, aparecen el taller, los oficios, la comunidad como espacios e instancias para una mayor autogestión.
- Ahí donde termina el libro industrial nace la posibilidad del libro artesanal.
- Hay mucho que aprender de la práctica de desechar, y en especial de los desechos del sistema industrial de publicación. De igual manera, el tacho de basura del taller editorial puede ser revelador. Reutilizar materiales tiene que ser una preocupación por dos razones: no lo es para la industria y lo es de una forma creciente para la comunidad de semejantes.
- Desarrollá habilidades prácticas más allá de la escritura: lectura creativa, reescritura y apropiación, traducción y versión, impresión utilizando diversas técnicas y soportes, diseño, dibujo, fotografía, edición como ejercicio de un criterio, encuadernación, reutilización de materiales, mecanismos de financiación, estrategias de distribución, convivencia en una comunidad de semejantes, etc. Es decir, aumentá la escritura. Porque ése es el camino natural hacia la edición artesanal.
- La edición artesanal es la publicación de los textos con los cuerpos.
- Uno de los pilares del sistema industrial de publicación es la propiedad privada ejercida sobre el texto. Permití el acceso digital, la circulación libre del texto electrónico, y aduéñate del libro.
- Compartí y enseñá tus habilidades. Y sobre todo compartí y enseñá lo que aprendiste solx—empezando por el marco y las condiciones que hicieron posible y necesario que tuvieras que enseñarte algo. Y antes de ingresar a cualquier universidad para estudiar un oficio, visitar a Jean Joseph Jacotot.
- Integrá una comunidad de semejantes donde las personas consuman, compartan y, en la medida de lo posible, produzcan individual y colectivamente (objetos, eventos, situaciones, ideas, mecanismos, herramientas, etc). La edición artesanal no es, claro, tu escritura ni tu editorial artesanal. La edición artesanal es, antes que nada, una dinámica colectiva que tiene una historia (larga y diversa) que puede funcionar como una marca o garantía—al igual, quizás, que parte de la llamada edición independiente—, como condición de una praxis profundamente bio y micropolítica que merece ser constantemente repensada y actualizada.
- Simplificá tu escritura en el sentido de liberarla de la parafernalia del sistema industrial de publicación. Hay que ganar espacio y tiempo para aumentar las dimensiones y las posibilidades de la escritura, hacia la impresión, la edición, la encuadernación y la publicación artesanal de libros y otros dispositivos textuales. Nuevos sentidos y nuevos encuentros aguardan. Y también nuevas posibilidades para los textos, los libros, la lectura y la economía de lxs productorxs editoriales.
- Descubrí lo mucho que se puede hacer con muy poco: impresiones hogareñas, pequeñas publicaciones repentistas, traducciones que a nadie interesan pero que a unxs pocxs de seguro importarán, reutilización y recuperación de materiales descartados, manufactura de ejemplares únicos en tiradas cortas y lentas (libro-objeto), bosquejos y prototipos, intercambio de habilidades y fuerzas de trabajo, fabricación de herramientas (desde simples punzones y plegaderas hasta máquinas más complejas para grabar, perforar o incluso imprimir), etc.
- Separate también de la lógica de consumir más y más dentro de una industria de la cultura basada en la rotación incesante y la desaparición, la sobrepublicación y la destrucción, la propaganda y la promoción de fenómenos. Releé, prestá, intercambiá, vendé, regalá, incluso reutilizá editorialmente esos materiales impresos. De ser posible optá por escrituras y productos editoriales artesanales más cuidados y mejor fabricados, que tengan una mayor densidad de trabajo, hechos por semejantes, por pequeñas editoriales artesanales o por editoriales independientes pequeñoindustriales que sean visiblemente solidarias dentro del bibliosistema que todxs habitamos.
- Intercambiá producciones más allá de su valor de mercado. Y compartí las obras en soporte digital; tiene un costo casi igual a cero para vos y otro tanto para el lector, y además es una forma primaria y elemental de participar y retroalimentar el libre acceso a la cultura, y de retribuir algo de todo aquello que, inevitablemente, tomamos de la cultura.
- Diseminar los conocimientos editoriales artesanales adquiridos y desarrollados de manera independiente y comunitaria sirve para traer “consumidorxs” al área de la producción a pequeña escala. Esto es central para contribuir con el colapso del sistema industrial de publicación. Poner nuestra fuerza creativa, ideas y capital simbólico en custodia y al servicio de lo que buscamos debilitar es peligrosamente contraproducente.
- Ciertas leyes propias del sistema industrial de publicación y que operan junto a él de manera determinante en el diseño de la industria de la cultura se desdibujan y pierden parte de—si no todo—su sentido en el nivel de la producción y distribución artesanal de la cultura—tal es el caso del dominio público pagante (todo un contrasentido), o de (al menos) cierta propiedad intelectual en relación al soporte, la duración y los alcances.
- El reconocimiento, cualquier reconocimiento de un estado o una condición, no tiene nunca un momento propicio. Estamos en transición, como un texto de cursor titilante.
- Tu creatividad—siempre en relación a los contenidos y los procesos, a las producciones originales y sintéticas, a los soportes y las formas de circulación—es el límite del sistema.
- Las cifras, beneficios y ventajas del sistema industrial de publicación son siempre relativos, engañosos o falsos. Y la mayoría de las veces no reflejan más que la realidad privilegiada de una minoría, o élite.
- Frente a la incesante proliferación de textos novedosos, al oligopolio de la publicación industrializada y al mercado hiperconcentrado de tendencia global sólo queda la reforma agraria de la escritura. Entiéndase literalmente. Pues colapso quiere decir caída global y completa.
0. A partir de un cierto punto, ya no hay regreso posible. Este es el punto a alcanzar.
Nota
Este texto parte, reescribe parcialmente y se expande mucho más allá de Cómo prepararse para el colapso del capitalismo del australiano Bruce Charles Mollison. La idea de “reforma agraria” que aparece en este breve ensayo la esbozaron, metafóricamente y con unos muy pocos días de diferencia, dos amigos que no se conocen entre sí: vaya mi agradecimiento, pues, para el poeta chileno Diego Alfaro Palma y el impresor tipográfico argentino varado en Italia Federico Cimatti, de Prensa La Libertad.
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Eric Schierloh es el creador de Barba de Abejas. Editorial artesanal & Taller tipográfico
viviana
mayo 16, 2020 at 10:55 ammaravilloso,me llena de ganas..vibra en sintonia con lo que me ronda en la cabeza¡¡¡ gracias….Estoy escribiendo y ese texto me hizo viajar…..hacia la posibilidad
Micaela
mayo 29, 2020 at 8:26 pmGracias! Inspirador para quienes empezamos a caminar este recorrido 🌈